Pero las compañías que los venden tampoco no son tontas. Saben que cierta gente puede permitirse pagar 70 euros por un juego nuevo, pero no todo el mundo va a pasar por el aro, ya no sólo porque no pueda, sino tal vez porque no quiera. Mucha gente considera que ese precio es abusivo y opta por alguna de las vías anteriormente citadas. Por ello las distribuidoras están buscando formas de cobrarnos lo mismo pero sin que se note tanto. Por eso cada vez tenemos más juegos que de salida valen 60 euros o incluso menos. Pero hay truco.
No es que vendan tanto que puedan permitirse sacrificar unos 10 euros por juego, ni siquiera han reducido los costes de desarrollo. Es que esos 10 euros ahora nos los cobran a parte y en algunos casos con intereses. La fórmula es muy sencilla: trocear el juego antes de ponerlo a la venta, quitarle algo, ya sea una fase, un par de luchadores, algún circuito, una misión... lo que sea, para luego venderla a parte por esos 10 euros extra que nos han cobrado de menos en el juego.
El impacto se nota: no es lo mismo llegar a la tienda y ver un 49,95, un 59,95 o un 69,95. ¿A que no? Y salvo que estemos informados previamente, no sabemos si el juego tiene una parte de su contenido capado, si incluye un código de desbloqueo para ese contenido o si tendremos que soltar más pasta según pongamos el juego en la consola.
Inicialmente, los juegos que incluían contenido bloqueado también solían incluir un código de un sólo uso para desbloquearlo, para que los compradores de segunda mano tuvieran que dejarse algo de dinero para disponer del juego completo. Ese fue el caso de, por ejemplo, Batman: Arkham City y el personaje de Catwoman. Bueno, hablo en pasado pero actualmente sigue siendo la tendencia actual, aplicada a ediciones especiales que de lanzamiento están al mismo precio que la edición normal. La edición especial incluye un código para descargar los extras sin ningún coste y cuando el juego baja de precio a los pocos mese, ya no incluye ese código que hay que comprar a parte.
Así se baja el precio del juego, el comprador tiene la impresión de que está pagando menos, pero no tiene todo el juego completo. Si lo quiere todo tiene que pagar un extra que puede incluso llegar a igualar el precio del juego cuando estaba recién lanzado. Ahora mismo se me ocurren Ghost Reacon: Future Soldier - Signature Edition o Far Cry 3: Lost Expedition como ejemplos de juegos que aplican esta norma. Ambos son de Ubi Soft y ambos tendrán contenido extra post-lanzamiento, mapas extra para el multijugador que cobrarán a mayores.
A pesar de todo, esto no es lo peor que nos pueden hacer. A fin de cuentas un comprador de primera mano lo más probable es que no tenga problemas, pero hay casos en que sí va a tener que pagar. Porque ahora mismo se está poniendo cada vez más de moda no incluir ningún código y dejar que el comprador original también tenga que pagar por el contenido capado de origne.
Uno de los primeros juegos con los que ha pasado eso ha sido el título de Capcom Asura's Wrath. Este juego tiene varios capítulos que no aparecen al jugar y que se venden por separado. En Capcom han sido muy listos sacando estos capítulos a la venta un poco más tarde que el propio juego, pero se nota que ya estaban pensados y diseñados para ser parte del juego, antes de que Capcom tomara la decisión de trocearlo para venderlo por partes.
¿Es lícito vender el juego por partes? Pues obviamente sí, cada distribuidora puede hacer lo que le de la gana y vender sus productos como le apetezca. Otra cosa es que los compradores pasemos por el aro una y otra vez, independientemente de lo que nos cobren. Precisamente Capcom es una experta en vender contenido que originalmente estaba pensado para ir incluido en el juego. Otro caso lo tenemos con los personajes adicionales de Street Figther x Tekken, que ya vienen incluidos en el juego, pero que todos tienen que pagar por desbloquear. Es legal, pero no tiene que gustarnos.
El probema es a donde vamos a llegar si continuamos por este camino. Podríamos acabar pagando 10 euros por la base de un juego y luego comprando cada extra por separado, pagando por cada luchador, por cada coche, por cada circuito, por cada fase... y el problema es que al final acabamos pagando más. Juegos como Mass Effect 3 tienen tantos DLC entre personajes, armas, skins y demás, que para tenerlo todo tenemos que pagar más de lo que cuesta el juego en sí. Vale, tal vez son complementos que no afectan al argumento del juego, pero ¿y si en el futuro la cosa va por ahí y sí termina afectando?
Tampoco estoy diciendo que todo el DLC sea malo, o que todas las compañías lo usen para desangrarnos. Algunas compañías, una vez que el juego está en la calle, se dedican a desarrollar más contenido para un juego que ya de por sí está completo. Por ejemplo Bethesda suele ser un buen ejemplo, con Fallout 3 desarrolló un montón de misiones adicionales y con Skyrim parece que va camino de lo mismo; ambos juegos son muy completos y muy extensos, pero con estos DLC todavía lo son más. Mass Effect 2 es otro buen ejemplo... en estos casos sí se agradece que el equipo siga dando apoyo a un juego, que en el caso de que nos guste, nos ofrecerá todavía más horas de juego de las que ya nos ha dado.
Ya para acabar, creo que está en nuestra mano decidir lo que va a pasar. Si nosotros tragamos con todo lo que nos echen, acabaremos comprando juegos a cachos y pagando cada uno de esos cachos a precio de oro. Es necesario resistir la tentación y decir no a los juegos que nos vendan troceados, no comprándolos o al menos no pagando por sus DLC. Pero tenemos que hacerlo todos o no podremos hacer la suficiente presión como para cambiar la industria.
No es que vendan tanto que puedan permitirse sacrificar unos 10 euros por juego, ni siquiera han reducido los costes de desarrollo. Es que esos 10 euros ahora nos los cobran a parte y en algunos casos con intereses. La fórmula es muy sencilla: trocear el juego antes de ponerlo a la venta, quitarle algo, ya sea una fase, un par de luchadores, algún circuito, una misión... lo que sea, para luego venderla a parte por esos 10 euros extra que nos han cobrado de menos en el juego.
Inicialmente, los juegos que incluían contenido bloqueado también solían incluir un código de un sólo uso para desbloquearlo, para que los compradores de segunda mano tuvieran que dejarse algo de dinero para disponer del juego completo. Ese fue el caso de, por ejemplo, Batman: Arkham City y el personaje de Catwoman. Bueno, hablo en pasado pero actualmente sigue siendo la tendencia actual, aplicada a ediciones especiales que de lanzamiento están al mismo precio que la edición normal. La edición especial incluye un código para descargar los extras sin ningún coste y cuando el juego baja de precio a los pocos mese, ya no incluye ese código que hay que comprar a parte.
Así se baja el precio del juego, el comprador tiene la impresión de que está pagando menos, pero no tiene todo el juego completo. Si lo quiere todo tiene que pagar un extra que puede incluso llegar a igualar el precio del juego cuando estaba recién lanzado. Ahora mismo se me ocurren Ghost Reacon: Future Soldier - Signature Edition o Far Cry 3: Lost Expedition como ejemplos de juegos que aplican esta norma. Ambos son de Ubi Soft y ambos tendrán contenido extra post-lanzamiento, mapas extra para el multijugador que cobrarán a mayores.
Uno de los primeros juegos con los que ha pasado eso ha sido el título de Capcom Asura's Wrath. Este juego tiene varios capítulos que no aparecen al jugar y que se venden por separado. En Capcom han sido muy listos sacando estos capítulos a la venta un poco más tarde que el propio juego, pero se nota que ya estaban pensados y diseñados para ser parte del juego, antes de que Capcom tomara la decisión de trocearlo para venderlo por partes.
¿Es lícito vender el juego por partes? Pues obviamente sí, cada distribuidora puede hacer lo que le de la gana y vender sus productos como le apetezca. Otra cosa es que los compradores pasemos por el aro una y otra vez, independientemente de lo que nos cobren. Precisamente Capcom es una experta en vender contenido que originalmente estaba pensado para ir incluido en el juego. Otro caso lo tenemos con los personajes adicionales de Street Figther x Tekken, que ya vienen incluidos en el juego, pero que todos tienen que pagar por desbloquear. Es legal, pero no tiene que gustarnos.
Tampoco estoy diciendo que todo el DLC sea malo, o que todas las compañías lo usen para desangrarnos. Algunas compañías, una vez que el juego está en la calle, se dedican a desarrollar más contenido para un juego que ya de por sí está completo. Por ejemplo Bethesda suele ser un buen ejemplo, con Fallout 3 desarrolló un montón de misiones adicionales y con Skyrim parece que va camino de lo mismo; ambos juegos son muy completos y muy extensos, pero con estos DLC todavía lo son más. Mass Effect 2 es otro buen ejemplo... en estos casos sí se agradece que el equipo siga dando apoyo a un juego, que en el caso de que nos guste, nos ofrecerá todavía más horas de juego de las que ya nos ha dado.
Ya para acabar, creo que está en nuestra mano decidir lo que va a pasar. Si nosotros tragamos con todo lo que nos echen, acabaremos comprando juegos a cachos y pagando cada uno de esos cachos a precio de oro. Es necesario resistir la tentación y decir no a los juegos que nos vendan troceados, no comprándolos o al menos no pagando por sus DLC. Pero tenemos que hacerlo todos o no podremos hacer la suficiente presión como para cambiar la industria.
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